Reseña Con tu música o con la mía de Jen Klein.

100000081bSINOPSIS:

A ella le encantan los libros. A él le vuelve loco el deporte.
Ella detesta los bailes del instituto. Él no se pierde uno.
Ella lo tiene todo controlado. Él prefiere vivir el momento.
Ella está deseando que el instituto termine para ir a la universidad.
Él está decidido a exprimir hasta la última gota de su gloria estudiantil.
No, Oliver y June no tienen nada en común. Salvo que sus madres, amigas de infancia, han acordado que compartan el largo trayecto de casa al instituto. Cada día. Y lo que empieza siendo casi una condena se convierte en una competición por averiguar quién de los dos está enfocando mejor su vida. Pero un curso da para mucho y pronto los prejuicios empezarán a saltar por los aires, a medida que la cuestión de averiguar qué es lo realmente importante se va volviendo más y más urgente… para los dos.
A ritmo de rock vintage y con aires de Cuando Harry encontró a Sally, llega una novela fresca, deliciosa y esperanzadora sobre esos años que preceden a la edad adulta, perfecta para los lectores que busquen romance juvenil construido a partir de personajes creíbles y complejos.

OPINIÓN PERSONAL:

No tenía ni idea de la existencia de este libro hasta que Bea habló de él en su perfil y esta chica es el mal para mí porque no hace más que generar que mi lista de lecturas pendientes no deje de aumentar, aunque sabe que se lo digo desde el cariño, pero es que encima es juvenil y yo no puedO resistirme a una lectura de esta temática, y he de decir que me alegro mucho de haber leído esta historia porque a pesar de que su sinopsis no vaticine nada diferente, la historia tiene una magia especial sobretodo por sus personajes principales, June y Oliver. Un dato que también me ha sorprendido es que la autora es guionista de las serie Anatomía de Grey hecho que no he conocido hasta leer los agradecimientos y su consiguiente investigación.

La novela juvenil se caracteriza porque no pasan grandes cosas ni hay grandes giros en la historia, son lecturas pausadas de auto descubrimiento y evolución de personajes hacia una madurez, son historias de cambios que suelen darse normalmente en institutos, por lo que esta historia no innova en ninguna de esas premisas más bien las cumple todas a rajatabla, su diferencia radica sobretodo en los estereotipos de los personajes.

June es una chica guapa, inteligente, con las ideas claras, que tiene un grupo de amigos peculiar y huye de todo lo convencional de los institutos, es decir de los bailes, los deportes, los deportistas guaperas….y Oliver es uno de esos deportistas guaperas pero su carácter dista mucho de esa chulería que los suele caracterizar normalmente, por lo que al verse obligados a compartir coche cada mañana, June descubrirá que uno no debe llevarse por las apariencias siempre hay que rascar un poquito para descubrir lo que esconden las personas y Oliver le enseñará que las cosas sí importan, que todo tiene su importancia en el momento en el que se está viviendo, que hay que disfrutar cada momento y atesorarlo en el recuerdo para el futuro, que las experiencias siempre suman, incluso las que parecen que no nos servirán en el futuro, de todo se aprende.

Yo podría aclarárselo, explicarle que he sido yo quién ha roto con él, que estoy triste porque es el fin de algo, porque el cambio es duro, porque el cambio me da miedo. No es preciso que alguien me rompa el corazón para que me duela.

Luego el resto de personajes secundarios también se alejan de lo habitual, tenemos un chico gay, una chica bisexual temas que se tratan con total naturalidad, sin ningún tipo de drama ni de prejuicio, me encantan la normalización de estos temas dentro de la literatura juvenil.

La historia está narrada en primera persona desde el punto de vista de June y es fácil enamorarse de Oliver a través de sus ojos, la narración es fabulosa, pero es una narración lenta con bonitas reflexiones sobre temas cotidianos, la historia se va cociendo a fuego lento, sin prisa pero sin pausa, sin duda una lectura recomendable para todas las edades.

Hasta la próxima entrada.

 

 

 

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